El uso de la tecnología en la educación
Hasta hace relativamente pocos años, el uso de la tecnología en contextos educativos no era un tema de debate. Las clases eran tradicionales, donde el profesor o profesora hablaba y el resto escuchaba.
La sociedad ha ido avanzando con el tiempo, por lo que la educación no puede ni debe quedarse atrás. La tecnología forma parte de la vida de las nuevas generaciones, por lo que es un método de enseñanza que debe emplearse, de forma que se adapte al estilo de vida de nuestros alumnos y alumnas.
Como buenos docentes, debemos estar al tanto de lo que sucede en la vida de los niños y niñas con las que compartimos los días. Debemos conocer el mundo en el que viven, sus intereses y sus costumbres, para poder integrarlos en el proceso educativo.
Tal y como dice Manuel Santiago Fernández Prieto en La aplicación de las nuevas tecnologías en la educación, para llevar a cabo la integración de la tecnología en las aulas, es necesario que los centros dispongan de profesorado formado, mediante cursos de formación, charlas, etc. A pesar de que muchos profesores y profesoras dudan de la utilidad de las tecnologías en la labor docente, varios estudios han demostrado que éstas tienen un papel fundamental en el proceso de aprendizaje.
Los docentes deben aprender a asumir el rol de guía y orientador en el proceso educativo, donde enseñan al alumnado a aprender de forma autónoma mediante el uso de diferentes medios que las nuevas tecnologías le ofrecen. De esta forma, el proceso de enseñanza es más individualizado que el estilo tradicional, produciéndose una comunicación más significativa.
Las TIC ofrecen infinidad de herramientas que facilitan y dinamizan este proceso, como los procesadores de texto, las hojas de cálculo, el correo electrónico....Además, ofrecen la posibilidad de generar un registro de la evolución del alumnado, mediante trabajos individuales que permiten a los docentes obtener información sobre los conocimientos y las necesidades de su alumnado.
Por otro lado, gracias a la tecnología en el aula, el alumnado puede realizar actividades lúdicas mediante el uso de juegos y simuladores, diseñados con la finalidad de aumentar la motivación y hacer el aprendizaje más dinámico. Existen también aplicaciones informáticas que facilitan la interacción profesor-alumno y que extienden la comunicación más allá del aula.
Fernández Prieto afirma que el objetivo principal de la utilización de las TIC en el aula es favorecer el aprendizaje. Algunas de las conclusiones que establece el autor a lo largo de su artículo son la necesidad de poner en marcha un proceso de formación para el profesorado sobre aspectos tecnológicos y didácticos, donde exista la posibilidad de intercambiar experiencias y materiales; la afirmación de que el uso de las tecnologías en el aula suponen un enriquecimiento de los procesos didácticos; la necesidad de organizar equipos pedagógicos en los centros educativos que tengan el objetivo de innovar y fomentar la participación del profesorado en el uso de las nuevas tecnologías; la dotación de equipos tecnológicos en los centros y la consciencia de que las TIC proporcionan multitud de materiales educativos, favoreciendo el acceso a la educación a personas con desventajas físicas o sociales y desarrollando nuevas habilidades en el alumnado.
Para concluir, es necesario recalcar la importancia que tienen las nuevas tecnologías en el proceso educativo, ya que vivimos en un mundo tecnológico, el cual forma parte de la vida de nuestro alumnado y sobre el que debemos tener información. Las TIC ofrecen infinidad de ventajas que no podemos desaprovechar para mejorar la educación de las generaciones vinientes y como consecuencia, el futuro de nuestra sociedad.
Fernández Prieto, M. S. (2015). La aplicación de las nuevas tecnologías en la educación. Tendencias Pedagógicas, 6, 139-148.
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